1.Escribe una carta dirigida a un antiguo maestro tuyo fijándote en su forma de enseñar, destacando sus virtudes y sus defectos de forma constructiva.
-Carta 1: Arantxa Peinado
A mi profesor de Física:
Recuerdo tus clases porque éramos tan poquitos, que casi podían ser clases particulares. El miedo que teníamos todos a esta asignatura, que con esfuerzo, conseguimos superar (después de esto me siento capaz de sacar adelante cualquier asignatura).
Recuerdo como, previamente a explicar una fórmula determinada, decías: “pues muy fácil” y minutos después quedaba la pizarra invadida de demostraciones matemáticas que nos dejaban tan perplejos, que podría haber bajado un extraterrestre y haber escrito todo en su peculiar idioma y dejarnos en el mismo estado. Parecías el típico científico de las películas, con tus gafas, tu bata blanca, tus manos llenas de tiza y siempre escribiendo en la pizarra, sin mirarnos prácticamente, explicando los razonamientos casi para ti mismo.
Le saqué un sentido a la física, y no solo el de “rezar” antes de cada examen para no equivocarme en un signo o razonamiento, sino a apreciar la verdadera utilidad y de cómo nos afectaba en el día a día. Recuerdo, el muelle que siempre llevabas encima para explicarnos el tema de ondas, y la cancioncilla que cantabas cuando hacíamos un ejercicio en conjunto y lográbamos sacarlo después de muchos intentos.
Recuerdo tus clases por la extravagancia de estas, porque ningún día fue igual, por una causa u otra, y porque le dabas aplicación a nuestra vida cotidiana a algo tan arduo como la física de 2º de bachillerato.
Tu antigua alumna
Arantxa
-Carta 2: Sara Villaitodo
Querida Maestra,
Te escribo esta carta para decirte los motivos por los que ahora, con 18 años y en la universidad, después de casi 9 años, te sigo recordando.
Tus clases eran especiales, todas las mañanas llegabas contenta y alegre y nos trasmitías tu alegría haciéndonos sonreír. Entrabas en clase y dibujabas en la pizarra una mosca, con sus alas y un bocadillo en el que cada día nos escribías una frase de apoyo y ánimo, distinta a la del día anterior, como por ejemplo “Mis pitufines hoy va a ser un día especial”, etc...
También recuerdo como en los exámenes nos dibujabas una estrellita en la esquina del folio y le echabas brillantina para darnos suerte. Nos ponías música relajante para que nos saliesen mejor los exámenes y nos ayudabas en todo lo que te pedíamos.
Para motivarnos en la asignatura de plástica, nos traías cuadros pintados por tí, tan alocados como tú, nos enseñaste que el arte no es solo dibujar paisajes, que el arte es mucho más que eso..
Aprovechabas para dar clases al aire libre, porque te encantaba el sol y sabes que de esa manera esa clase no la olvidaríamos nunca. Y así era, hacías que cada clase fuese distinta a la del día anterior.
También he de decirte que algo de admiraba de ti es que sabías ponerte seria cuando debías y hacías que nosotros al igual que te veíamos como una profesora marchosa y divertida, también te veíamos como una maestra seria.
Has sido un referente para mí y yo creo que es es lo que una maestra debe de conseguir con sus alumnos, ser una persona digna de admiración, y si mi vocación por el magisterio se debe a algo, creo que unos de los mayores influyentes sin duda eres tu.
Un abrazo, tu alumna Sara.
-Carta 3: Laura Sainz
De entre todos los profesores que he tenido a lo largo de los años, tanto en el instituto como en el colegio, destaca la experiencia que tuve en tus clases, Cristina.
La materia que impartías no me disgustaba pero representaba un gran esfuerzo y estoy segura de que si no llega a ser por tu manera de impartir las clases, no hubiese conseguido tan buenos resultados.
Eres una profesora alegre, simpática, que hiciste que aprendiese mediante escenas cotidianas, relacionadas con los contenidos de tu asignatura, a los cuales les dabas tu toque divertido. De esta manera nos hiciste aprender las partes del Panteón de Agripa, por ejemplo, incluyendo a una compañera nuestra paseando con su bolso en el interior del Panteón.
Detalles como ese hacían de esas clases un rato divertido y por supuesto, por este motivo debes saber que terminamos apreciándote muchísimo, aunque solo estuviéramos un año contigo. ¡Incluso te regalamos unos detalles por tu cumpleaños! Y eso es algo que no hemos hecho con ningún otro profesor por muchos años que llevase con nosotros.
Una vez más te doy las gracias por ayudarme a aprender sin mucho esfuerzo, siempre intentado sacarme una sonrisa. Gracias por enseñarme que un “sostén” no solo significa un parte de la lencería femenina, sino una parte esencial de muchos monasterios.
-Carta 4: Marta Sanz
A mi profe de matemáticas de 1º E.S.O., María:
Quería decirte, que te echo muchísimo de menos, porque ahora estoy aprendiendo matemáticas de nuevo y, la única que me enseñó, de verdad, esa materia fuiste tu. Porque para mí, siempre serás la mejor profesora de matemáticas, porque siempre aparecías en clase con esa sonrisa para enseñarme y porque eres una de las mejores personas que conozco.
Nunca me ha gustado esa asignatura y, gracías a tí, aprendí muchísimo y no iba tan desmotivada a esa clase.
Gracias por buscarme en los recreos porque, aunque me fastidiara porque era mi única media hora libre en toda la mañana, me sirvió para no ir tan retrasada en tu clase y aprender lo que no conseguía hacer.
Gracias por seguir permaneciendo en mi antigüo instituto porque, así, puedo volver a verte algún día y darte ese abrazo y esos 2 besos que siempre me dabas cuando me veías.
En definitiva, gracias por todo lo que me has enseñado María.
Un beso de tu alumna, Marta Sanz Ruiz.
2. ¿Cuáles crees tu que son las características de los buenos maestros? ¿Y de los peores?
Para contestar a estas preguntas hemos realizado un cuadro en el que hacemos una síntesis de las características de los profesores según nuestras cartas, o de los factores que influían a la hora de dar clase para que nosotras les recordemos.
-Poca gente en clase
-Sensación de superación de nosotros mismos ya que al superar ciertas asignaturas nos damos cuenta de que somos capaces de eso y más.
-Paradoja de decir que la asignatura era fácil y luego enseguida la pizarra estaba llena de fórmulas.
-Metodología basada en la constancia para conseguir la comprensión de sus alumnos.
-Pasión contagiosa por la asignatura.
-Permiso para el uso de apuntes en el examen.
-Cada día de clase era distinto al anterior.
-Uso del recreo para apoyo de la asignatura.
-El profesor se involucra con los alumnos
-Perfil maternal, cariñoso y cercano del profesor con los alumnos.
-Recurso de usar escenas cotidianas, con las que amenizaba la clase y mejoraba la memoria fotográfica de los alumnos.
-Recursos auditivos.
-Personalización de los exámenes y de la clase.
-Uso de una mascota en clase.
¿Si le preguntásemos a un niño sobre su maestro preferido ¿qué cualidades crees que destacaría de él? ¿Recuerdas tu las mismas de algún maestro?
Las cualidades que cualquier niño a día de hoy destacaría de su profesor, serían por ejemplo el hecho de que no les regañe en clase, de que les deje hacer actividades que les gusten, que les de tiempo libre y que sea divertido en clase. A su vez, criticaría a cualquier profesor que se enfadase a menudo, que fuese muy estricto y que no se involucre con el alumno para ayudarle.
En efecto, si por algo recordamos a nuestros profesores de la infancia es por los buenos ratos que nos hicieron pasar y por la forma que tenían de enseñarnos.
-Carta 1: Arantxa Peinado
A mi profesor de Física:
Recuerdo tus clases porque éramos tan poquitos, que casi podían ser clases particulares. El miedo que teníamos todos a esta asignatura, que con esfuerzo, conseguimos superar (después de esto me siento capaz de sacar adelante cualquier asignatura).
Recuerdo como, previamente a explicar una fórmula determinada, decías: “pues muy fácil” y minutos después quedaba la pizarra invadida de demostraciones matemáticas que nos dejaban tan perplejos, que podría haber bajado un extraterrestre y haber escrito todo en su peculiar idioma y dejarnos en el mismo estado. Parecías el típico científico de las películas, con tus gafas, tu bata blanca, tus manos llenas de tiza y siempre escribiendo en la pizarra, sin mirarnos prácticamente, explicando los razonamientos casi para ti mismo.
Le saqué un sentido a la física, y no solo el de “rezar” antes de cada examen para no equivocarme en un signo o razonamiento, sino a apreciar la verdadera utilidad y de cómo nos afectaba en el día a día. Recuerdo, el muelle que siempre llevabas encima para explicarnos el tema de ondas, y la cancioncilla que cantabas cuando hacíamos un ejercicio en conjunto y lográbamos sacarlo después de muchos intentos.
Recuerdo tus clases por la extravagancia de estas, porque ningún día fue igual, por una causa u otra, y porque le dabas aplicación a nuestra vida cotidiana a algo tan arduo como la física de 2º de bachillerato.
Tu antigua alumna
Arantxa
-Carta 2: Sara Villaitodo
Querida Maestra,
Te escribo esta carta para decirte los motivos por los que ahora, con 18 años y en la universidad, después de casi 9 años, te sigo recordando.
Tus clases eran especiales, todas las mañanas llegabas contenta y alegre y nos trasmitías tu alegría haciéndonos sonreír. Entrabas en clase y dibujabas en la pizarra una mosca, con sus alas y un bocadillo en el que cada día nos escribías una frase de apoyo y ánimo, distinta a la del día anterior, como por ejemplo “Mis pitufines hoy va a ser un día especial”, etc...
También recuerdo como en los exámenes nos dibujabas una estrellita en la esquina del folio y le echabas brillantina para darnos suerte. Nos ponías música relajante para que nos saliesen mejor los exámenes y nos ayudabas en todo lo que te pedíamos.
Para motivarnos en la asignatura de plástica, nos traías cuadros pintados por tí, tan alocados como tú, nos enseñaste que el arte no es solo dibujar paisajes, que el arte es mucho más que eso..
Aprovechabas para dar clases al aire libre, porque te encantaba el sol y sabes que de esa manera esa clase no la olvidaríamos nunca. Y así era, hacías que cada clase fuese distinta a la del día anterior.
También he de decirte que algo de admiraba de ti es que sabías ponerte seria cuando debías y hacías que nosotros al igual que te veíamos como una profesora marchosa y divertida, también te veíamos como una maestra seria.
Has sido un referente para mí y yo creo que es es lo que una maestra debe de conseguir con sus alumnos, ser una persona digna de admiración, y si mi vocación por el magisterio se debe a algo, creo que unos de los mayores influyentes sin duda eres tu.
Un abrazo, tu alumna Sara.
-Carta 3: Laura Sainz
De entre todos los profesores que he tenido a lo largo de los años, tanto en el instituto como en el colegio, destaca la experiencia que tuve en tus clases, Cristina.
La materia que impartías no me disgustaba pero representaba un gran esfuerzo y estoy segura de que si no llega a ser por tu manera de impartir las clases, no hubiese conseguido tan buenos resultados.
Eres una profesora alegre, simpática, que hiciste que aprendiese mediante escenas cotidianas, relacionadas con los contenidos de tu asignatura, a los cuales les dabas tu toque divertido. De esta manera nos hiciste aprender las partes del Panteón de Agripa, por ejemplo, incluyendo a una compañera nuestra paseando con su bolso en el interior del Panteón.
Detalles como ese hacían de esas clases un rato divertido y por supuesto, por este motivo debes saber que terminamos apreciándote muchísimo, aunque solo estuviéramos un año contigo. ¡Incluso te regalamos unos detalles por tu cumpleaños! Y eso es algo que no hemos hecho con ningún otro profesor por muchos años que llevase con nosotros.
Una vez más te doy las gracias por ayudarme a aprender sin mucho esfuerzo, siempre intentado sacarme una sonrisa. Gracias por enseñarme que un “sostén” no solo significa un parte de la lencería femenina, sino una parte esencial de muchos monasterios.
-Carta 4: Marta Sanz
A mi profe de matemáticas de 1º E.S.O., María:
Quería decirte, que te echo muchísimo de menos, porque ahora estoy aprendiendo matemáticas de nuevo y, la única que me enseñó, de verdad, esa materia fuiste tu. Porque para mí, siempre serás la mejor profesora de matemáticas, porque siempre aparecías en clase con esa sonrisa para enseñarme y porque eres una de las mejores personas que conozco.
Nunca me ha gustado esa asignatura y, gracías a tí, aprendí muchísimo y no iba tan desmotivada a esa clase.
Gracias por buscarme en los recreos porque, aunque me fastidiara porque era mi única media hora libre en toda la mañana, me sirvió para no ir tan retrasada en tu clase y aprender lo que no conseguía hacer.
Gracias por seguir permaneciendo en mi antigüo instituto porque, así, puedo volver a verte algún día y darte ese abrazo y esos 2 besos que siempre me dabas cuando me veías.
En definitiva, gracias por todo lo que me has enseñado María.
Un beso de tu alumna, Marta Sanz Ruiz.
2. ¿Cuáles crees tu que son las características de los buenos maestros? ¿Y de los peores?
Para contestar a estas preguntas hemos realizado un cuadro en el que hacemos una síntesis de las características de los profesores según nuestras cartas, o de los factores que influían a la hora de dar clase para que nosotras les recordemos.
-Poca gente en clase
-Sensación de superación de nosotros mismos ya que al superar ciertas asignaturas nos damos cuenta de que somos capaces de eso y más.
-Paradoja de decir que la asignatura era fácil y luego enseguida la pizarra estaba llena de fórmulas.
-Metodología basada en la constancia para conseguir la comprensión de sus alumnos.
-Pasión contagiosa por la asignatura.
-Permiso para el uso de apuntes en el examen.
-Cada día de clase era distinto al anterior.
-Uso del recreo para apoyo de la asignatura.
-El profesor se involucra con los alumnos
-Perfil maternal, cariñoso y cercano del profesor con los alumnos.
-Recurso de usar escenas cotidianas, con las que amenizaba la clase y mejoraba la memoria fotográfica de los alumnos.
-Recursos auditivos.
-Personalización de los exámenes y de la clase.
-Uso de una mascota en clase.
¿Si le preguntásemos a un niño sobre su maestro preferido ¿qué cualidades crees que destacaría de él? ¿Recuerdas tu las mismas de algún maestro?
Las cualidades que cualquier niño a día de hoy destacaría de su profesor, serían por ejemplo el hecho de que no les regañe en clase, de que les deje hacer actividades que les gusten, que les de tiempo libre y que sea divertido en clase. A su vez, criticaría a cualquier profesor que se enfadase a menudo, que fuese muy estricto y que no se involucre con el alumno para ayudarle.
En efecto, si por algo recordamos a nuestros profesores de la infancia es por los buenos ratos que nos hicieron pasar y por la forma que tenían de enseñarnos.
